Es un espacio para el desarrollo de: la competencia motriz, favoreciendo habilidades motoras, destrezas motrices y capacidades físicas; la competencia expresiva corporal, entendida como la interioridad del ser humano, el cómo siento y me expreso; y la competencia axiológica corporal, orientada a la construcción de valores sobre el respeto propio, social y ambiental (MEN, Doc. Nº 15, 2010).

 

Adicionalmente,  la construcción de una competencia praxeológica, entendida como aquella en la que toda acción tiene sentido y orientación, hay un control sobre cada movimiento, experimentando emociones y sentimientos, hablamos de una significación motriz.